viernes, 16 de enero de 2009

La Torre Mocha

Si su gran iglesia de Santa María, dedicada a la natividad de la virgen en 1564, es ya una obra monumental del mejor renacimiento herreriano, podemos deducir que la "vieja iglesia de San Andrés", la mejor del pueblo por las riquezas que allí había, según Pascual Madoz, con sus seis capillas, con un retablo de Beltran Vaca, allí enterrado. De la que Antonio Ponz en su "Viaje de España, de 1784, dice "... la iglesia de Santa María es en la construcción y lo demás a la de San Andrés, aunque no tan grande. Debió ser un monumento de gran impacto, con retoques renacentistas como aparece en la torre, aun en pie, y por la comparación de semejanza que Antonio Ponz establece, pero de origen más antiguo, por lo menos en dos siglos.

Todos los indicios apuntan hacia 1254, porque solo los caprichos de Pedro I de Castilla pudieron concebir su construcción a pocos metros de otra iglesia, la conventual de San Agustín, cuyos monjes tal vez simpatizaron más con D. Alfonso Fernández Coronel que con sus crueldades y extravagancias vengativas.

El caso es que extramuros del pueblo y próximo a la de San Agustín se levantaba esta iglesia-fortaleza, rodeada de profundo foso como un castillo, juradera y cortesana, si tenemos en cuenta las funciones de tal rango aquí celebradas, como por ejemplo con motivo de la testamentaria de doña Inés de Avala a favor de su hija doña mariana, mujer de D. Fadrique, o la proclamación de la infanta Isabel como heredera del trono de Castilla por su (ver censo de Felipe II, 10 febrero 1579) hermano Enrique IV.

Las numerosas rentas, capellanías, legados, de San Andrés fueron suficientes, no solo para construir una iglesia nueva como la de Santa María, sino también para dotar fuera de Casarrubios a cátedras de universidades, a hospitales, monasterios de monjas, como las de San Juan de la penitencia de Toledo, a beneficios catedralicios.

San Andrés fue única parroquia hasta el año 1564, en cuyo 25 de abril se bendijo la construida a la advocación de la Natividad de la Virgen María, poniéndose al Santísimo Sacramento el 9 de enero y la pila bautismal ese mismo día de febrero, ambos de 1576.

En esta iglesia hay un cuadro original de Antonio Pizarro, discípulo de El Greco, que representa el nacimiento de la Virgen. Escuela toledana del XVII. Otra pintura sobre el martirio de San Andrés, de Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia, terminado en 1696. Su autor fue amigo de los pintores Carreño y Cabezalero, e igualmente pintor de Corte, en la de Carlos II.

En Casarrubios pudieron llegar a vivir en determinada época hasta 60 eclesiásticos y 30 hidalgos (archivo histórico nacional, Simancas, s. XVIII). No es de extrañar, por eso, que aquí se acumulasen casullas y cálices , candelabros y cruces, sacras y pergaminos, fanellis y urnas sepulcrales, como los que Antonio Ponz describe.


Para ver más monumentos pincha aquí.